jueves, 2 de abril de 2009

Villa Hidalgo se hace escuchar

Un vecino y docente de Villa Hidalgo nos manó esta carta:


Nada ha cambiado.

El escenario vuelve a ser el mismo. Basura acumulada por donde se mire, mangueras que cruzan el Zanjón para abastecer de agua a algunas pocas casas, infinidad de cables con conexión casera, cual telaraña, recubren los techos del barrio. 

Nada ha cambiado.

Cantidad de dinero se invirtió en folletería y en vigilancia de un parque industrial que es solo un terreno pelado y desnivelado. Cantidad de dinero en horas televisivas y radiales para promocionar un proyecto estancado que hasta hoy lo único que ha generado es el desalojo de más de veinte familias indigentes a las cuales no se les ha dado nada. Y cuando decimos nada es NADA.

Todo sigue idénticamente igual.

Villa Hidalgo continúa siendo para la Intendencia aquel vértice vacío pintado de verde en el mapa de Gral. San Martín, bañado en el cual nadie vive, “no existen” como nos dijo el año pasado un empleado municipal. Vértice verde que no merece del valioso tiempo del Intendente Ricardo Ivoskus, vértice al que no le corresponden ni las migas que quedan en el fondo del tarro.

Villa Hidalgo sigue siendo el paisaje deprimente de las calles de barro y las casas de madera, de las esquinas inundadas y de los postes a punto de caerse, de las casillas que se incendian y que ningún medio muestra, de los autos abandonados que sirven para quemar la basura que la millonaria empresa Covelia no retira, de los niños con infecciones en la piel, y más basura por donde se mire.

El entubado que se viene realizando sobre el Zanjón Madero será un gran alivio cuando finalice, mientras tanto la remoción de tanta tierra solo nos ha brindado ratas del tamaño de conejos y peores inundaciones cuando llueve.

¿Cuánto más? ¿Qué más hay que decir para que aparezca la voluntad política de cambiar las cosas?

La esquina del Centro de Salud n°17 Eugenio Necochea es la mayor vergüenza del Partido. Las ambulancias no llegan a la salita cuando hay inundación, ¡menos entran al barrio! ¡Ni los médicos vienen los días de tormenta! La calle de la salita es tan intransitable que la línea 127 debió modificar su recorrido.

¿Cómo hay que protestar para pedir lo justo para la gente del barrio sin ser el que “en vez de ayudar y colaborar, lo único que hace es sentarse en la vereda de enfrente y tirar cascotazos en contra del Municipio” como dijo alguna vez Fernando González en este medio?

¿O acaso la única salida es quedarse quietito y esperar a que en junio caigan todos los políticos como paracaidistas en el barrio con las soluciones bajo el brazo?

 Villa Hidalgo existe y hay gente de por medio. Entre ellas más de 11.000 niños y niñas. Hay mujeres pariendo al costado de un arroyo. Hay generaciones destinadas a sufrir enfermedades que no se merecen. Hay niños descalzos jugando sin saber. Hay decisiones que hay que tomarlas sin miramientos, sin titubeos, sin esperar momentos partidariamente propicios, hay decisiones que hay que tomar ya haciéndose cargo luego de las consecuencias porque para eso se los eligió. Sino, váyanse.

 

Maximiliano Marín.  Docente.

DNI: 25.530.908

Centro Comunitario “Villa Hidalgo se levanta”

centrocomunitariovillahidalgo@hotmail.com

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